Por supuesto la investigación es para que usted, amable usuario, no se quede con la duda -ni las ganas-. Lo que sí es cierto es que, tras pagar entre $60 y $100 pesos, se puede ingresar a una cabina (como las antiguas de teléfono) y ver videos porno.
¿Qué se hace aquí? Es obvio, se consume pornografía, ya se solo o en pareja, se pude compartir con otras parejas e inclusive se tiene sexo dentro de estas cabinas, las instrucciones y lo único que se te pide es: no ensuciar la pantalla, ni hacer cosas antihigiénicas. En algunos lugares se olvidan completamente de las teles y la pornografia y van directo al grano, tener sexo.
Dentro de estos establecimientos se vende condones, viagra, lubricantes y drogas, lo usan tanto heterosexuales, pero la comunidad gay es la quien más ocupa estos lugares de lujuria y sexo sin control. Dentro de estas también se encuentra los glory holes que sirven para tener sexo o alimentar tu filia voyerista.
Según la ley, los establecimientos que ofrecen este servicio están incurriendo en un delito, pues operan bajo el giro de establecimiento mercantil de bajo impacto, lo que quiere decir que solo venden productos manufacturados, por lo que es ilegal tener este tipo de cabinas en el lugar.
las “Cabinas sexuales”, garantizan eso: sexo, placer, faje, morbo y curiosidad por muy pocos pesos. Si eres de los forever alone, estas serían una buena opción para tus dias cachondos y solitarios, pues quien sabe tal vez y dentro de estas cabinas encuentres el amor al otro lado de un hoyo, o disfrutando la misma película porno que tú.
¿Irías con tu novia aun lugar de estos? Creemos que la experiencia vale la pena, lo que tu decidas hacer allá adentro ya es cosa tuya. ¿Estás en contra o a favor de estos sitios?
Nadie se queda con las ganas, allí todos consiguen lo que buscan no importa si son delgados, gordos, altos, chaparros, feos, guapos, ricos, pobres, Gay o heterosexuales, adolescentes, jóvenes o adultos la satisfacción se consigue en un 100%.
7 de mayo de 2018
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