•Crimen organizado dueño de bosques Por falta de gobierno sigue tala en Tlálpan, Milpa Alta y Tláhuac Hacen un operativo cada dos o tres años; pide ALDF informe sobre bandas que deforestan los bosques del DF; hartos de que continúan agresiones impunes, vecinos advierten que se arman para enfrentar a los delincuentes; vecinos que denuncian son amenazados |
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Jorge Vega A pesar del anuncio de operativos para desmantelar aserraderos clandestinos en Milpa Alta, la tala ilegal volvió a esa demarcación y a las delegaciones Tlalpan y Tlahuac, de acuerdo a una denuncias de vecinos quienes dijeron estar amenazados por el crimen organizado que ante la falta de gobierno y autoridad, se adueñaron de los bosques. Los quejosos que prefirieron mantener en reserva su nombre, señalaron que como ha sucedido en la última década en el DF, se hace un operativo cada dos o tres años y luego las bandas vuelven casi de inmediato a su depredación, solo que ahora intervienen carteles del crimen organizado que combinan la tala con narcomenudeo, lo que ya tiene hartos a los vecinos por la inseguridad y violencia. Así, en esta etapa de recién desmantelamiento de aserraderos clandestinos, los delincuentes usan la técnica “hormiga” para el traslado de madera, pero los dirigentes vecinales advirtieron que ya se están armando para enfrentar por su cuenta las bandas de talamontes, pues parece que en el DF no hay gobierno. Ante esta situación, la diputada local, Gabriela Salido, señaló que desde hace meses la Asamblea Legislativa solicitó a las secretarías de Gobierno y de Seguridad Pública, así como a la Procuraduría General de Justicia del DF un informe sobre la presencia de grupos delictivos, presuntamente de Michoacán, que se dedican a la tala ilegal. Sin embargo, expuso, las autoridades se mantienen en su discurso alejado de la realidad, pues aseguran que atenderán las denuncias y realizarás operativo y acciones preventivas, pero eso nunca se realiza. Aceptan la tala La asambleísta Salido indicó que las autoridades de Milpa Alta reconocieron la existencia de estas bandas delictivas sobre todo en los pueblos de Santa Ana Tlacotenco, San Pablo Oztotepec y San Salvador Cuauhténco, además que comuneros han conformado grupos de autodefensa ante la falta de presencia de la policía en la zona, lo que denota el fracaso del gobierno para dar seguridad a los habitantes de la demarcación. Esta situación también se presenta en Tláhuac, donde hace unos meses la PGJDF recibió la denuncia de vecinos, de que camionetas de redilas con placas del Estado de México seguían trasportando de una zona boscosa de la demarcación troncos de árboles, sin que se haya detenido a alguien. Donde tampoco se ha hecho nada, es en la zona del Ajusco, en Tlalpan, donde talamontes y grupos criminales podrían estar relacionados para cometer actividades ilícitas y utilizar brechas para trasladarse y huir rápidamente. En el Ajusco, que es considerada la zona más afectada por la tala ilegal en el DF, se ha detectado que los talamontes cargan en vehículos menos de tres metros cúbicos de madera, pues sólo la trasportación de madera es castigada por el Código Penal Federal cuando de se trate de más 4 metros cúbicos, aunque ésta haya sido talada en zonas de conservación. Es de señalar que el artículo 345 bis del Código Penal del DF castiga el derribo, tala o muerte de árboles en cualquier lugar con 3 meses a 5 años de prisión, y una multa de 500 a 2 mil días de salario mínimo, por lo que los responsables pueden alcanzar su libertad bajo fianza. Sin embargo, si el ilícito es en un área de valor ambiental o área natural protegida, la sanción puede llegar de 6 meses a 10 años de prisión, con mil a 4 mil días de salario mínimo de multa.
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Sin recursos para atacar a ecocidas Datos de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Ambientales (Fepada), de la PGJDF demuestran que careció de equipo y personal especializado para combatir los delitos ambientales que se cometen todos los días en la capital, incluso depende de otras autoridades como la Profepa para realizar operativos forestales. Y es que no contaban con los vehículos 4 x 4 necesarios para ingresar a las zonas boscosas y detectar a talamontes. La maña para no ser detenidos Ante los grandes decomisos de madera que se hicieron recientemente, los delincuentes talamontes burlan a la Policía Ambiental transportando una cantidad mínima de madera y con ello evadir a las autoridades. Por ejemplo para no dar sospechas en una semana talan 29 árboles pero se esconde y traslada poco a poco. Cuando los detienen en el camino llevan menos de 4 metros cúbicos de madera y con eso saben que no les van a hacer nada. Combinan secuestro tala y narcomenudeo Vecinos de Tlalpan acusan que por la falta de policías, por el difícil acceso a las colonias y debido a que hay muchos caminos de terracería que van hacia el Estado de México, algunos grupos criminales utilizan como guarida el Ajusco. En esa zona operan bandas dedicadas al narcomenudeo, a la tala ilegal y al secuestro, pues es la demarcación más grande con 30 mil 941 hectáreas, que representa el 20.6 por ciento del DF.
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